¿Mi gato puede comer pescado?

¿Es bueno darle pescado a mi gato?  


Si hablamos de alimentación natural para gatos, lo primero que nos viene a la cabeza es incluir el pescado, pues este felino doméstico siempre se ha representado en nuestra cultura como amante de este alimento. Si hay algo claro es que el simple olor a pescado enloquece cualquier gatos.

El  aceite de pescado para gatos es aporta numerosos beneficios, así como el pescado aporta nutrientes que son importantes para nuestro felino, no obstante, conviene saber cómo debe ser incluido este alimento en la dieta de nuestra mascota. 

 

El pescado puede ser un buen alimento para el gato

El pescado le aporta al gato proteínas, un nutriente esencial para su organismo, además, si hablamos de pescado azul, este alimento es una excelente vía para aportar ácidos grasos saludables, que entre otras virtudes, ayudarán a que el gato luzca un pelaje brillante y fuerte.

No obstante debes tener en cuenta que algunos pescados interfieren en la absorción de las vitaminas del complejo B, de otra parte, el pescado no aporta vitaminas tan importantes como la K, fundamental para la coagulación sanguínea.

El gato puede comer pescado, pero el pescado no puede ser la base de su alimentación. Una excesiva ingesta de pescado podría causar problemas en la tiroides, alergias y déficits vitamínicos.


¿Qué pescados no son buenos para el gato?

Existen algunos alimentos de los que debemos prescindir. Los pescados que no debemos aportar a nuestros gatos son los siguientes:

  • Pescados salados o cocinados con mucha sal.
  • Pescados en conservas, debido a que contienen algunas sustancias tóxicas.
  • Pescados ahumados, por su alto contenido en sal.
  • Pescados marinados.

¿Cómo darle pescado a un gato?

El pescado solo se puede dar crudo si es fresco y recién pescado, eso implica acudir a la pescadería y asegurarse que el género recibido obedece a una pesca reciente.

En este caso la mejor opción es darlo crudo, pero esto no va a ser a diario, entre otros motivos, porque el gato obtiene unas generosas proteínas por parte de la carne y además, un consumo excesivo de pescado crudo sí causaría un déficit de vitamina B1.

Si el pescado no es fresco, en este caso lo herviremos, sin añadir nada más. Eso sí, hablamos de cocciones ligeras, ya que resultaría antinatural (tanto como el pienso, según los veterinarios más naturistas) aportarle al gato un pescado cocinado al 100%. 


 



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